Iban a comer cuando escuchan llamar a la puerta de una forma desesperada, el anciano abre la puerta, es su vecino...
"¡Por favor ayudadme! llevarme al médico rápido me he cortado el dedo", la anciana corre a por una toalla, el joven chorreaba sangre por todos lados, se nota que el corte tiene que ser grave por la cantidad de sangre que sale. Mientras, el anciano saca el coche lo mas rápido que puede, lleva al muchacho a urgencias, le dicen que tiene que ir al hospital y la ambulancia podría tardar una hora en llegar.
El señor mayor decide llevarlo él al hospital, sabe que los padres del muchacho están trabajando, en urgencias ya le han tapado el dedo y le han hecho la primera cura, ya no sangra tanto, al menos pueden ir mas tranquilos.
El anciano se ha ido tan rápido que se ha dejado el teléfono en casa, su esposa esta nerviosa porque no tiene noticias de él desde que se fue. Mientras limpia la sangre de la entrada se acerca una vecina joven a ver que pasaba, le cuenta el suceso y la chica le ayuda a limpiar la sangre mientras acompaña a la señora y la tranquiliza un poco.
Después llega el marido y le explica que el chico se ha quedado en el hospital y ya lo acompaña su tío.
El padre llega del trabajo y pregunta al anciano que es lo que a pasado, da las gracias y se va.
Mientras aún están en la calle llega el chico y explica que se ha cortado el tendón y un poco el hueso, al final el dedo esta salvado, podría haber sido peor.
La pareja de ancianos respiran aliviados, calientan su comida y comen tarde, pero con la sensación de que gracias a ellos el chico no se a sentido solo, y aun siendo mayores se han dado cuenta que pueden ayudar a los demás.
Satisfechos por la tarde cuentan su aventura a sus hijos y nietos, que les felicitan por haberlo hecho tan bien.
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