lunes, 4 de enero de 2021

EL ABRIGO DE ASTRACAN

 En su armario siempre destacaba el abrigo de astracán que un día fuera de su madre. Aunque todos los años hacia depuración de ropa, el abrigo seguía allí año tras año. Ese abrigo tenía una historia y unas emociones que significaban más que el propio abrigo.

Cuando terminó la guerra civil la gente pasaba calamidades, intentaban ganarse la vida como podían. Una conocida de su madre recogía prendas de segunda mano, para después venderlas, iba con mercancía ofreciéndola casa por casa. Ella se llevaba una parte de la venta del objeto vendido, según el precio acordado con la dueña.

Un día aquella mujer llegó a casa de su madre pidiéndole por favor que le comprara aquel abrigo.

Su madre le explico que no tenia dinero para comprar nada, menos aun aquel abrigo que debía ser valioso. La mujer le volvió a suplicar que necesitaba vender algo ya para poder darles de comer a sus hijos. Su madre le dijo que solo podía pagarle con vales de pan. La mujer pregunto a la dueña del abrigo si estaba de acuerdo con el intercambio y la dueña accedió. Su madre le dio a la mujer un vale de cinco panes, de los cuales cuatro eran para la dueña y uno para la vendedora para poder darles de comer a sus hijos.

 Así era la vida por entonces, hasta los ricos vendían sus abrigos por vales de pan.

(Este no es un abrigo de astracán,
es un abrigo de mi madre de aquella época)


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