El verano nos trae el calor y las vacaciones, como siempre con ganas de playa.
Ya estuvimos unos días en Benidorm a finales de Mayo. Nos fuimos 7 días, se vinieron mis suegros con nosotros, estuvimos muy bien. El apartamento estaba en la planta 16, "estábamos más cerca de Dios" como decía mi suegro. Veíamos toda la playa de poniente desde la terraza, y el mar, las gaviotas, las puestas de sol... precioso, me encanta.
La tranquilidad y la relajación era lo único que buscábamos, paseo por la mañana después del desayuno, luego playa un baño antes de comer, después una buena siesta, seguida de tarde de playa hasta la puesta de sol, cena y de nuevo un buen paseo y alguna parada para descansar o tomarnos algo.
Benidorm tiene todo lo que buscas, por un lado tranquilidad y calma y por otras zonas fiesta, tiendas, mucha gente, bares, restaurantes, ¡marcha! Así terminó Mayo.
El mes de junio a sido caluroso, no hemos salido ni a pasear. Las siembras frescas y verdes se convirtieron en paja seca, los paseos eran insoportables, a veces tenia que ponerme la mascarilla para evitar el aire cargado de polvo seco de los campos amarillos. Dejamos de salir, solo algunas tardes dimos una vuelta por las calles a la sombra.
La última semana de Junio, mi hermana pequeña ha estado con ansiedad, he estado con ella 8 días. Ya está recuperada y se encuentra bien, soy feliz por ello, y no me gusta revivir ni recordar momentos malos, así que paso página.
Ahora a 5 de Julio seguimos con una calor insoportable, solo nos salva el aire acondicionado de estar sudando a todas horas.
¡Quiero irme a la playa otra vez!