Llevamos unos cuantos días de calor, las siembras van cogiendo su color amarillo, las espigas ya están doradas, pronto empezarán a cosechar el trigo y la cebada.
Las viñas están verdes y ya se pueden ver los pequeños racimos de uvas, de vez en cuando se ve alguna persona estallicando.
El paisaje cambia continuamente con las estaciones. Cada planta tiene su momento para brotar. Es curioso ir observando esos cambios, yo disfruto viéndolos.
Esta mañana hemos salido de casa a las ocho cuarenta y cinco, hacia un poco de viento, justo para aliviar el calor del sol. Hoy llegaremos a los 29 grados de temperatura. Tendremos que ir madrugando cada día un poco más para evitar el calor.
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