Este año me prometí que en enero me compraría la guitarra de una vez, y ya termina marzo y nada de guitarra.
Hace años que tengo ganas de comprarme una guitarra.
Me he parado enfrente del escaparate de la tienda de música y esta vez he pasado a preguntar. Aun así me he salido sin comprarla, le he dicho que lo pensaría (siempre dudo si de verdad voy a tener voluntad para aprender a tocarla, o la dejare en un rincón, pero si no la compro nunca lo sabré)
Mientras íbamos hacia el supermercado para hacer la compra, lo he decidido. A la vuelta hemos pasado de nuevo por la tienda de música y he comprado la guitarra que tanto tiempo había deseado y no me animaba a comprar. Estoy contenta, me hace ilusión pensar que voy a aprender a tocar las canciones que me gustan.
La vida cambia en un momento, tenemos que aprovechar cada segundo para hacer lo que nos gusta mientras podamos.
Dicen que al final de la vida te arrepientes de no haber hecho lo que deseabas. La vida se va en un suspiro, aunque muchos años vivamos siempre queremos más tiempo.
Espero pasar buenos ratos aprendiendo.
